Bután posee el doble de bitcoin en comparación con El Salvador.

Bután, ubicado en proximidades del Himalaya, ha acumulado más de 13.000 bitcoin (BTC) en los últimos 3 años. Esta cantidad supera en más del doble la cantidad de BTC que El Salvador ha acumulado hasta la fecha, manteniendo alrededor de 5.800 bitcoin según registros oficiales.

Según el sitio web de Arkham Intelligence, las tenencias de BTC del Reino de Bután, administradas por la empresa estatal Druk Holdings (DHI), tienen un valor aproximado de $750.8 millones al precio de mercado actual.

En total, Bután administra alrededor de 13.029 BTC, un incremento significativo desde los aproximadamente 5.000 BTC que poseían desde julio de 2023, lo que representa un crecimiento del 160% en poco más de un año.

El interés de Bután en Bitcoin se debe a su capacidad para generar energía renovable a bajo costo gracias a sus recursos hidroeléctricos. Además de poseer bitcoin, Bután está activamente involucrado en la minería de esta criptomoneda.

DHI, la empresa que gestiona los activos de Bután, opera una granja de minería de Bitcoin en el Himalaya, aprovechando la energía hidroeléctrica del país para mantener costos operativos bajos.

Además de Bitcoin, DHI también posee 656 ETH y otras criptomonedas como SAND, MATIC y BNB, diversificando su cartera de activos digitales.

El Salvador continúa su camino

A pesar de tener menos bitcoin que Bután, el gobierno de El Salvador liderado por Nayib Bukele ha mantenido una política de adquirir 1 BTC diariamente. Además, han aumentado su reserva de bitcoin no solo con compras directas, sino también mediante minería y otras fuentes de ingresos.

La diferencia en las estrategias entre Bután y El Salvador es evidente. Mientras que Bután ha optado por una acumulación masiva y minería a gran escala, El Salvador ha combinado compras directas con minería y otras fuentes de ingresos en criptomonedas, mostrando una diversificación en su enfoque hacia bitcoin.

Ambos países están redefiniendo la relación de los estados con las criptomonedas, utilizándolas no solo como reserva de valor, sino también como herramienta para la innovación económica y la sostenibilidad energética.

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